Isabel Rosales Juárez: la lucha por la vida

Isa subió al templete colocado enfrente de la presidencia municipal de Iguala. Sin importarle el calor que le hacía brotar gotas de sudor en la cara, tomó el micrófono sin titubear y antes de pronunciar palabra, pasó un rápido registro visual de quienes le acompañaban esa tarde. En un instante surgió de ella una voz templada que rindió con valentía un informe de la situación actual de violencia que vive su estado natal, su boca evocó a los desaparecidos, a los asesinados, sin importarle el miedo que asomaba en los rincones de ojos bien abiertos, sorprendidos.

Isabel Rosales Juárez es originaria de la Montaña Baja en la Costa Grande de Guerrero, actualmente radica en Chilpancingo. A ella la conocí el 11 de septiembre del 2011 durante la visita del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad al estado de Guerrero. A pesar de su juventud, con su trabajo se ha ganado el mote de luchadora social, además tiene una formación sociológica que le ha permitido analizar los sucesos actuales en México desde su propia experiencia de pobreza y marginación que han prevalecido en Guerrero.

Aquella tarde Isa, como parte de la Organización Taller de Desarrollo Comunitario, caminaba junto a cientos de personas que conformaban la marcha por el Malecón acapulqueño. Traía en su mano derecha un altavoz que usaba para gritar consignas –como mantras que fortalecen el espíritu y animan al cuerpo olvidar el cansancio-. La otra mano sostenía una manta con fotografías de los desaparecidos. Me acerqué a ella y aceptó conversar conmigo.

Mientras nos dirigíamos hacia el asta bandera, haciendo un camino largo, agotador, bajo el pleno rayo de sol, la joven luchadora social a la que había buscado desde Iguala y Chilpancingo, habló del Comité de Familiares Desaparecidos, Secuestrados y Asesinados en Guerrero, contó que a raíz de la desaparición de uno de sus compañeros de nombre Jorge Gabriel Siorán Silva el pasado 14 de marzo del 2007, su organización dio un giro de 360 grados porque anteriormente se dedicaban a la promoción y defensa de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, pero a raíz de la desaparición de su compañero entraron a lo que Isa llamó “la lucha por la vida”.

Esta nueva etapa significó para su organización un aislamiento y ruptura con otras organizaciones que no querían saber nada de desaparecidos o asesinados, “es una lucha de cuatro años en los que las familias han estado sufriendo la ausencia de su ser querido, la falta de certeza de saber qué ha pasado con su familiar: si está vivo, si está muerto, si lo golpean, si le dan de comer. Y también de preguntarse en caso de está muerto ¿dónde quedó? porque no hay tumba dónde llorar, a dónde llevar flores un día de muertos”. Por eso la guerrerense describe estos años como un viacrucis para todas las familias y para su organización, cuando desaparece un ser querido, “afecta la vida de sus familiares, sobre todo si el que se fue era el sustento de la casa. A muchas mujeres el mundo se les viene abajo, porque nunca habían trabajado, porque siempre habían tenido la quincena o la comida segura, no saben qué hacer con los hijos, con la casa, con ellas mismas, se les vienen problemas de salud, diabetes, presión arterial y todas la complicaciones que eso trae”. La joven agrega que no han tenido respuesta de las autoridades desde hace cuatro años y espera que el gobierno actual tenga otra actitud con ellos por lo que le han presentado un plan de que consiste en conformar un grupo táctico del estado que busque a los desaparecidos, que reabra los expedientes y sobre todo que siga las pistas de los familiares. Además quedaría un fondo de contingencia social para las familias, “porque nosotros decimos que, si cuando hay un terremoto o un huracán hay un fondo de contingencia para darles apoyo, yo creo que por humanidad debería de habar un fondo de contingencia para las familias que han sufrido las pérdida de un ser querido, porque también para ellos es un desastre”.

Actualmente en el Comité de Familiares Desaparecidos, Secuestrados y Asesinados en Guerrero hay 32 familias constituidas pidiendo informes de 25 desaparecidos y siete asesinados, “como organización nos estamos volviendo un poco todólogos, le hacemos a veces de abogados, de médicos, para ir sobrellevando a las familias, en particular estoy en la organización todos los días del año, no hay Navidad, no hay Año Nuevo, no hay Semana Santa”, además del arduo trabajo el Comité no recibe recursos de ninguna institución por lo que buscan allegarse de sustento, sobre todo buscando la aprobación de proyectos para beneficio comunitario que les dan un pequeño respiro, “porque esto de ser luchador social no es para hacerse rico”.La agrupación de apoyo trabaja en la mayor parte del estado, en la parte de la Sierra, en la Montaña Baja, territorio de la policía comunitaria, también en la parte de la Región Centro, en Taxco con los mineros. En el 2009 registraron amenazas directas al equipo, “nos decían que le bajáramos si no íbamos a formar parte de este mural de desaparecidos que tenemos en la manta”, pese a ello no han renunciado y han desarrollado estrategias de protección entre los propios miembros de la organización.

Y como dice el refrán candil de la calle oscuridad en su casa, el Comité ha sido reconocido en otros estados del país, incluso en el extranjero, pero Guerrero les ha dado la espalda. En el 2010, el 30 de agosto día del Detenido Desaparecido, iniciaron una campaña junto con organizaciones a nivel nacional; como parte de La Otra Campaña también participaron en actividades de carácter internacional por la presentación de los desaparecidos , “no hemos tenido mucho apoyo por parte de las organizaciones del estado. Inicialmente cuando desaparece Jorge recurrimos a las organizaciones de los derechos humanos para que retomaran el caso y lo primero que hicieron fue hacerse a un lado. La Procuraduría de los Derechos Humanos en el estado tampoco es garantía, muchos familiares no acuden con ellos porque de antemano saben que no harán nada por sus casos, para ellos significa un desaliento acudir a las autoridades, incluso en el Ministerio Público les dicen oiga no se meta, tiene más familia no le mueva, y cuando una autoridad dice eso, la moral se viene abajo”.

Isabel comparte que desde pequeña vio las injusticias, viviendo en el campo supo que el patrón siempre se queda con todo y que el trabajador siempre es trabajador, que nunca tiene nada, “de ahí me vienen esas ideas, cuando estaba niña decía que algún día cuando fuera grande haría algo por mi gente, por mi pueblo”. Al paso de los años y pese a la preocupación de su familia por ella, ha podido constatar que el miedo y la indiferencia son dos cadenas que mantienen a los mexicanos inmóviles, sabe por experiencia que cualquiera puede vivir una desaparición o un asesinato en carne propia y que la falta de sensibilización de la sociedad es un lastre que impide el desarrollo del país y remata “seguiré en esto hasta el final, hasta donde den las fuerzas”.

Para todos los que deseen contactarse con Isabel Rosales o con la organización les dejo algunos datos:

tadecoac@hotmail.com

comitedesaparecidos@hotmail.com

Tadeco Organismo Civil en Facebook

EL OTRO CALVARIO


“A nosotros se nos hace más fácil cruzar Estados Unidos que México”, dice Wilson Herrera Rivera contento de estar en Juchitán por primera vez con la libertad de quien pisa territorio libre y extiende una gran sonrisa en su cara pecosa de facciones finas. El martes 13, quinto día de Caravana, se llevó a cabo una marcha hacia el centro de la ciudad de Juchitán Oaxaca, aquí se integran dos de los principales portavoces de la caravana, Julián Lebaron y el padre Solalinde cabeza del albergue Hermanos en el Camino, quien tomó la voz para pedir que la sociedad se una para acabar con la violencia. Ha sido una marcha nutrida, sobre todo de jóvenes juchitecos quienes portaron mantas exigiendo justicia para los migrantes, “hoy es un día de paz” cantaron a tono de una canción popular brasileña.
Todos lo conocen como Willy, tiene 22 años y es parte de un grupo de 23 migrantes que acompañan la Caravana hacia el sur encabezada por Sicilia. “Muchas veces me agarraron a mí aquí en Juchitán, también en Ixtepec, en Matías Romero, luego me mandaron a Tapachula o a Acayucan a Migración. Sufrí mucho porque ahí nos tratan mal no sé por qué, nos tienen encerrados muchos días, no hay cobija, la comida es mala, hace frío. Por eso estoy aquí, para exigir buen trato a mi gente, para que haya deportaciones rápidas sin tener que sufrir tantos días como yo sufrí”.
De la Caravana, el grupo migrante es de los más pobres en recursos económicos, mientras la mayoría de los caravaneros extienden bolsas de dormir o casas de campaña en los lugares en donde pernoctan, ellos buscan pedazos de cartón e improvisan camas sin cobijas, por las noches sacan su baraja y juegan un rato antes de que las luces se apaguen, son jóvenes la mayoría, acostumbrados a las incomodidades de los viajes no sólo largos y cansados, sino también peligrosos. “Aquí en este territorio en el que estamos, en Juchitán, cruzan muchos migrantes, muchos mueren de frío de hambre y se caen del tren”. Willy es de la costa, de San Pedro Sula, y tenía sólo 12 años cuando me salió de su pueblo. Alcanzó a probar las mieles de la gloria una vez, cuando llegó a Estados Unidos, ahora como él dice, va para allá de vuelta. “Me imagino que en estos momentos en que estamos en esta marcha, hay paisanos que están aquí que van para allá” dice Willy, joven que sin pensarlo se ha vuelto en un activista por los derechos de los migrantes. La ruta que cruzan más comúnmente arriba del tren al que le han apodado “La Bestia” va de Tenosique, Tapachula, Tierra Blanca, Matías Romero, Ixtepec, Piedras Negras hasta Reynosa, algunos llegan, algunos no. “He visto que a algunos paisanos los mata el tren, en Chicalapa Veracruz antes de venir a esta Carava, vi que agarraron a 40 de Centroamérica un grupo de gente que vestía como federales pero con armas prohibidas, se los llevaron en dos trocas, por eso venimos a la lucha, a lo que salga…”. Como Willy, Angie Pugas de 21 años, camina en la marcha, llegó hace poco a México y ya tiene permiso para caminar libre en este país. Angie dejó una niña de cinco años en Honduras por quien ha decidido salir a buscar una mejor vida, hoy miércoles es su cumpleaños y ella no podrá estar allá para festejarla, se cayó del tren y tuvo que interrumpir su viaje, ahora piensa que podrá quedarse en México y pronto irá por su hija para traerla a este país en donde espera conseguir un trabajo. Este miércoles la Caravana pernoctará en Ixtepec, lugar que se ha vuelto emblemático en la lucha por los migrantes.







MILAGROS


Dicen que los milagros no existen, pero el caso de una joven recientemente encontrada a través del trabajo del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad trascendió en la Caravana hacia el Sur. Se había estado comentando sobre ello en algunos espacios durante esos días de marcha por los distintos estados recorridos, sin embargo no fue hasta el pasado sábado 17 de septiembre, cuando en una rueda de prensa en el Instituto Juárez de Villahermosa Tabasco, Araceli Rodríguez en compañía del poeta Javier Sicilia, anunció que el esfuerzo está dando frutos más concretos.
Horas más tarde de ese mismo día, mientras caminábamos por las principales calles de la ciudad de Coatzacoalcos Veracruz, Araceli compartió con nosotros el resultado de su esfuerzo. Ahora es parte de las mesas de trabajo que dialogan con el gobierno federal y dan seguimiento a los casos de desapariciones y asesinatos. Muchos la conocen porque fue una de las voces que retumbaron en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, en aquel encuentro histórico de las víctimas con el presidente Felipe Calderón.
De baja de estatura, tez blanca, cabello claro y corto, Araceli cuenta que mucha gente la está buscando para pedirle ayuda y en medio de su dolor, anuncia con alegría la aparición de una joven secuestrada. Cuenta que una mujer de Acapulco logró contactarla para pedir su auxilio y fue así como la acompañó en los procesos de investigación y en el levantamiento de denuncias ante las autoridades. A principios del mes de septiembre del año en curso, logró saber, gracias a una conocida, “que había una mujer joven en un hospital en calidad de desconocida, la encontraron grave y con probables secuelas en su cerebro a raíz de haber sido fuertemente golpeada”. Avisó a las autoridades y en pocos días se supo que era la joven que estaban buscando, la entregaron a su madre. Ara, como se le conoce cariñosamente entre los llamados caravaneros, agrega que no puede dar más datos por motivos de seguridad, pero señala que también a principios de septiembre lograron encontrar a otro desaparecido, se trata de un niño que en estos instantes está en proceso de ser regresado a sus familiares.
No sabe si esto será el primer paso para iniciar una organización de ayuda a las víctimas de desaparecidos por su cuenta, pero dice contundente que se ha ido subiendo al tren mientras camina, por lo que no descarta la idea por completo, “no hay imposibles en la lucha por tener un mejor país”. Araceli está al tanto de todos los casos que se presentaron en esta Caravana hacia el Sur en las mesas de trabajo instaladas día a día en cada plaza visitada, el registro de documentación es grande, fueron más de doscientos casos, la mayoría de ellos recogidos en el estado de Guerrero. Ara agrega que se les dará seguimiento y se llevarán ante las autoridades.
Pero Araceli Rodríguez como muchas otras madres que esa noche nos acompañan en la marcha, también lleva un dolor que le parte el alma, “perdí a un hijo que era policía federal, fue desaparecido el pasado 16 de noviembre de 2009 al salir rumbo a Ciudad Hidalgo Michoacán para ocupar la secretaría de Seguridad Pública municipal en ese lugar, seis días después me informaron lo sucedido”.
Como quien recuerda algo que nunca pasó Araceli dice que alguna vez fue recepcionista en un hotel, pero a partir de la desaparición de su hijo la calma en su vida se esfumó y ahora, sin importar penurias económicas, no ceja en la lucha y asegura que sería capaz de caminar descalza por todo el país para volver a tener entre sus brazos a su hijo Luis, por quien ha dado todo para encontrarlo.

IMÁGENES DE ACTEAL, COMUNICADO DE RAÚL VERA



“No podremos gritar viva México, tenemos una guerra, nuestra independencia está traicionada, humillada, lo que nosotros queremos no es darle muerte a nadie, lo que queremos es quitarle el poder a la muerte, queremos que no manden sobre nosotros y para que no manden lo primero es no obedecer”, esas fueron parte del comunicado que como estruendo se escuchó en la madrugada del 16 de septiembre en Acteal Chiapas, territorio en donde habita la Asociación Civil Las Abejas en el discurso de bienvenida en su territorio a la Caravana del Sur, del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad encabezado por el poeta Javier Sicilia en territorio indígena.


Y fue precisamente esa madrugada cargada de símbolos y rituales prehispánicos en tierra marcada por la muerte, se escuchó la voz de la única presencia guanajuatense en la Caravana del Sur a través de un comunicado que el obispo Raúl Vera López, obispo de Saltillo Coahuila, mandó a los allí presentes.






En principio se tenía contemplado que el obispo acambarense participara en esta caravana justamente en la comunidad de Acteal Chiapas, símbolo emblemático de la lucha indígena, sin embargo, dejó saber a los presentes que su trabajo le hizo imposible el asistir a esa ceremonia de fuerte carga simbólica.






El comunicado fue leído por la representación de la organización en pro de los derechos humanos Fray Bartolomé de las Casas cuya sede se encuentra en San Cristóbal de las Casas, señaló que pese a la distancia lleva la lucha indígena en su corazón y recuerda que sigue haciendo labor de defensa de los más vulnerables en esta zona, y agregó en referencia al recorrido de la Caravana que, “hasta hoy el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad ha visto la estrategia de muerte que campea en Guerrero, en Oaxaca y en todo el país, estrategia que es sostenida por quienes tienen el poder”.






Agregó que el movimiento encabezado por Javier Sicilia ha puesto a nivel internacional a los miles y mujeres de hombres que claman por que alguien les ayude a encontrar a sus hijos, el movimiento ha puesto a la vista el dolor, el llanto y el duelo. La caravana, dijo, ha visto a los miles de hombres y mujeres que demandan encontrar a sus hijos desaparecidos en un duelo de más de 50 mil muertos cuya mayoría son jóvenes que han llevado a la desesperación a miles de familias que buscan conservar su patrimonio.






Raúl Vera señala que Acteal sigue vivo a pesar de la impunidad, ellos, dijo, dejaron de ser víctimas y se volvieron sujetos constructores de la historia mexicana, “y es precisamente en este circo de muerte que llega la caravana desde abajo, junto a los mexicanos , que tenemos responsabilidad de abrir cominos a la paz aprendiendo del trabajo de los pueblos originarios”. Habló de la desesperación de miles de familias ante la ola de extorsiones, de los miles de migrantes secuestrados en su camino hacia algún lugar en donde tener una vida mejor, del despojo de campesinos e indígenas para ponerlos a mano del crimen organizado, de los feminicidios, de los miles de trabajadores orillados a vivir en la miseria. “El estar con ustedes Las Abejas y con la caravana de la paz este 15 de septiembre me compromete a no cesar por buscar un país digno, donde la justicia y la paz no sean inalcanzables” finalizó el obispo dominico.






En el evento en donde asistió una mínima comitiva de la Caravana hacia el Sur que no incluyó al poeta Javier Sicilia, fue recibida por los indígenas chiapanecos con música tradicional, piezas dedicadas a la tragedia de Acteal y una contundente ceremonia religiosa en presencia del padre Miguel Concha muy cercano al Movimiento por la Paz y en su momento al propio Samuel Ruiz. Además estuvieron presentes representantes de organizaciones en defensa de los Derechos Humanos, víctimas del movimiento encabezado por Sicilia, incluyendo a quien ya se ha vuelto un emblema de la Caravana el chihuahuense Julián Lebarón . Los retrasos debido a la condición de los caminos por las lluvias en lugar, obligaron a la caravana a llegar con muchas horas de retraso lo que provocó que el evento concluyera hasta las seis de la mañana.






La ceremonia religiosa transcurrió en medio de una prominente lluvia y se dedicó a la paz de México y a los muertos por la guerra de los ahí presentes. Terminó con una cena que incluyó frijoles y tortilla hecha a mano y arroz. En tanto, en San Cristóbal de las Casas, Javier Sicilia y la otra parte del Movimiento, realizaron un evento alterno en donde el poeta anunció un encuentro con una comitiva zapatista que se llevó a cabo este viernes 16 de Septiembre en Oventic Chiapas a puerta cerrada, en donde no estuvo presente el comandante Marcos.

MARCHA POR LA PAZ EN ACÁMBARO






Cientos de acambarenses respondieron a la convocatoria del poeta Javier Sicilia refrendando el poder de la palabra genuina, honesta, verdadera, poderosa. Aquí como en muchos lugares de México, se realizó una marcha que reiteró el clamor por la paz en una guerra que ha cobrado víctimas civiles e inocentes.

Discurso de Acámbaro. 8 de mayo de 2011.

Cada niño y cada niña en la calle es una herida abierta. Cada uno de esos pequeños y pequeñas que camina en este país desamparado no sólo es pena, tristeza, pérdida, también es incógnita. ¿Que será de nuestros niños en el futuro? ¿Qué pasará con su vida? ¿Hacia dónde torcerán su gana, su necesidad, su búsqueda?

Porque la noche que atravesamos tiene un rostro y un nombre, se llama violencia, guerra, ignominia. Pero también se llama impunidad, injusticia, irresponsabilidad.

El Acámbaro de hoy no se parece en muchas cosas al de hace a penas unos años. Ahora en Acámbaro hay asesinatos a plena luz de día, a media calle. Hay policías encapuchados circulando a todas horas por nuestras calles. Hay soldados patrullando. Hay retenes. Pero no solo eso. Hay secuestros, levantones, extorsión, asaltos, robos. Ahora, cuando un hijo, una madre, una hermana sale de casa, nadie puede estar seguro si regresará a salvo.

El gobierno dice que está combatiendo el crimen. Y justifica los soldados, los policías. Hace a penas unos días toda nuestra ciudad vivió una jornada de zozobra. Cientos de camionetas llenas de armas circulaban a toda velocidad, en sentido contrario incluso. Vehículos sin placas, sin emblemas, sin torretas, ahora sabemos que eran policías federales. En su momento no se podía saber si eran delincuentes. Cruzaron las avenidas con los dedos sobre los gatillos, por las mismas calles donde caminaban nuestros hijos, donde circulábamos todos, porque las calles son nuestras calles, porque estamos vivos y tenemos derecho a transitar en paz.

El gobierno dice que está combatiendo al crímen, y que la violencia se ha recrudecido por ello, y además dice que tendrán que pasar años antes de que la cantidad de muerte disminuya. Y nosotros preguntamos: ¿No es que la violencia engendra más violencia? ¿Es acaso con armas, con asesinatos, con metralla, con sangre, la única manera de acabar con el crimen? ¿De qué familias son estas gentes que nos gobiernan? ¿No acaso en las familias mexicanas, acambarenses, nos enseñaron a sembrar concordia, armonía, y a usar el diálogo para construir la paz? ¿De dónde creen estos señores que llegan los niños y jóvenes que engruesan las filas del crimen? Del desempleo, de la carencia, de toparse con puertas cerradas.

Y el gobierno nos endeuda en el extranjero para comprar armas, helicópteros, munición, poder de fuego. Y nosotros preguntamos: ¿en dónde están las canchas deportivas, en dónde están los teatros, en dónde están las preparatorias, las universidades? ¿En dónde están las fuentes de empleo digno? ¿En dónde están los precios de garantía suficientes para los productos del campo? ¿En dónde quedaron nuestros Ferrocarriles Nacionales?

La guerra del gobierno está en las calles, pero comenzó antes, en la pauperización del campo, de la empresa nacional, de la industria mexicana. ¿Porque se van nuestros mejores hombres al norte a trabajar? Porque aquí no hay sustento. Porque sube el diesel, sube la semilla, sube el fertilizante, sube la maquinaria, y el precio de los granos es el mismo. ¿Qué clase de país es este, donde los campos fértiles están vacíos, donde nuestros campesinos deben irse con sus familias para sobrevivir?

¿Y dónde están las industrias? Las industria nacionales. ¿Acaso los mexicanos no podemos producir? ¿Porqué le regalan la tierra, la infraestructura y el dinero a los extranjeros, que pagan salarios de miseria y luego se marchan? ¿Porqué no ven a las industrias acambarenses?

El gobierno dice que está combatiendo el crimen. Y qué pasa en los tribunales y los juzgados. ¿Acaso no sabemos todos que la justicia se compra? El que tiene más dinero sale libre, y rápido. Las cárceles están llenas de pobres. Combaten el crimen, dicen, pero han hecho de la justicia una prostituta que se vende al mejor postor.

Combaten el crimen, dicen. ¿Dónde, dónde están los carteles, las campañas educativas, para orientar a nuestros jóvenes, para informarlos del daño que causan las drogas? ¿Y qué pasa con el consumo y el abasto? Combaten al crímen, pero el abasto de drogas crece. En este país y en el vecino del norte, el consumo de drogas ha crecido en estos años de “guerra”. Combaten el crimen y los señores del dinero engordan sus arcas lavándolo. Pero eso no lo ven. En ninguno de los dos lados de la frontera.

Nosotros decimos que no es cierto. No combaten el crimen organizado. Lo sustentan y lo usan, lo aprovechan, para crear miedo, para controlar al pueblo. Lo usan para legitimizarse. Es su herramienta para controlarnos.

Por eso hoy decimos alto. Ya basta. No más sangre, No más guerra. No más violencia.

Queremos mejores escuelas, mejores salarios, más trabajo, mejores precios a los porductos del campo, apoyo a la incipiente industria local, apoyo a la cultura, al deporte, a la salud, queremos ciclopistas, queremos un parque de eskate, queremos albercas, canchas dignas, queremos foros para nuestros músicos, para nuestros pintores y artistas. Queremos preparatorias públicas, y queremos ya aquí en Acámbaro a la Universidad de Guanajuato, o qué, ¿Acámbaro no es de este estado? ¿Porqué tantos años hemos sido relegados? ¿Acaso no contamos los acambarenses?

Así pues, como nos lo dijo aquí mismo el más noble y valiente de los acambarenses, don Raul Vera López, hay que señalar a quienes tienen la responsabilidad. Y son los gobernantes, municipales, estatales y federales, los encargados, los responsables, quienes juraron resguardar la paz social y la seguridad pública.

Por eso les decimos, si no pueden: ¡renuncien!

A los delincuentes, a todos, sean de la delincuencia organizada, de las calles, o sean de la delincuencia desorganizada, o sea del gobierno, les decimos: ¡Basta! Déjenos en paz. No se metan con nosotros, con el pueblo, con los ciudadanos. Por nuestra cuenta lleven toda la droga que quieran a los Estados Unidos. Alla ellos y allá ustedes. Pero hoy les exigimos: a nosotros déjenos en paz, dejen en paz a nuestros jóvenes, dejen en paz a nuestros comerciantes, dejen en paz a nuestros empresarios. Déjenos en paz. Déjenos en paz. Déjenos en paz.

Aqué estamos hoy cientos de acambarenses. Hoy hemos salido a las calles miles. Miles y miles de mexicanos, en México y en otros países del mundo. Aquí nos damos cuenta que no estamos solos. Que somos muchos. Y que estamos vivos. Aquí nos demostramos que valemos, que tenemos valor, que somos dignos, y que estamos dispuestos. Un joven comentó lo siguiente en el FB: “yo estoy muy dispuesto a luchar, a defender la verdad y lo que es justo”.

Esto estamos haciendo ahora. Por eso esto no es una “simple marcha”. Estamos demostrándonos a nosotros mismos que estamos dispuestos a luchar, a defender la verdad y lo que es justo. Y estamos demostrándonos que somos muchos y que podemos ser más.

El Acámbaro que queremos y merecemos solamente lo podemos construir nosotros. Juntos. Con esta disposición, con esta vida y dignidad que llevamos.

Ya hemos comenzado. Ya estamos andando. Ya emprendimos la marcha. Con toda esta disposición, con toda esta entrega, ve adentro de ti, urga en tu interior amorosamente y descubre tu grandeza, descubre tu poder, descubre tu belleza. Adentro de ti está esta fuerza que te ha traído aquí hoy. Adentro de ti está el poder de transformar mundos, de ser un demiurgo, un mago, un sabio. Adentro de ti está lo que es requerido para construir un mundo nuevo, colmado de armonía, paz y amor. Ve adentro de ti y descubre y muestra todo tu potencial humano, todo tu poder. No pierdas tiempo. El tiempo de vagar está agotado. Usa cada instante, ¡ahora!

Aquí nos seguiremos encontrando, seguiremos construyendo, seguiremos marchando.

Juntos, aquí, ahora, somos Acámbaro, somos México, somos humanidad.

¡Viva Acámbaro! ¡Viva México! ¡Viva la paz! ¡Viva la paz! ¡Viva la paz!

¡DESPIERTA ACÁMBARO!

Ovacionan acambarenses al obispo de Saltillo Raúl Vera

Sus palabras resonaban en la plancha del atrio parroquial, su voz contundente se apoderaba del templo, los curiosos se detenían un poco para escuchar quién o qué era aquello que había atrapado la atención de los más tímidos, que los hacía pausar su camino para investigar quién era ese que estaba cimbrando a las conciencias más apagadas y que mantenía incómodos y al borde de la huida a los mentirosos: “¡hay muchos mexicanos y muchas mexicanas como nosotros, que no estamos conformes con la manera en la que en este país se están llevando las cosas, no estamos de acuerdo en que nuestro jefe máximo diga que él no tiene la responsabilidad de la paz y diga que vayamos a hacer tratos con los que están violentando al país!, ¿cómo es posible?... ¿cómo es posible? ¿cómo es posible?”, repetía Raúl Vera López obispo de Saltillo, quien daba su sermón en el templo de San Francisco. Era sábado 16 de abril a la una de la tarde, el obispo dominico había regresado a Acámbaro portando en su pecho como si fuese un escudo, a la patrona del pueblo que lo vio nacer. Regresó a inyectar fuerza y coraje a sus oyentes, entre los que había familiares y amigos suyos a quienes decía: basta de sumisión, es la hora de organizarnos, no puede continuar la violencia en este país.

La figura del obispo de Saltillo crece con sus palabras, al escucharlo muchos piensan ¡qué valiente! Mientras otros, que son los más, se sienten incómodos porque sus mensajes son invitaciones a la acción y al compromiso social. No faltan los que no paran de morderse las uñas, sobre todo aquellos que andan en los caminos de la política, aunque se confiesen y comulguen de la propia mano del obispo. En la actualidad no son muchos los religiosos que hablen con claridad de lo que sucede en el país, por eso el padre Vera nos recuerda otros del pasado: a Morelos, a Hidalgo, a Matamoros, porque algo hay de la grandeza de aquellos héroes, que tiene eco en este padre dominico.

Vera López, vino a Acámbaro a reencontrarse con sus antiguos compañeros de secundaria, fue parte principal de una celebración religiosa en la que se hizo presente el trabajo de la ESFA 1 durante 75 años, una labor que ha dado frutos poderosos, que ha sido cuna de grandes personajes. Sus palabras fueron el pretexto para que otros sacerdotes, -como él egresados de la secundaria y presentes en la celebración- señalaran lo que pasa actualmente en Acámbaro: secuestros, robos, violencia al interior de las escuelas, incluyendo a la ESFA 1. “Aquel Acámbaro pacífico y tranquilo está desapareciendo, y a su paso deja no sólo estelas de muerte sino también de indiferencia en sus habitantes, ¡despierta Acámbaro!” pidieron los sacerdotes a los presentes.

El obispo de Saltillo levantó la voz, su humanismo a flor de piel no pudo evitar hacer un llamado a los acambarenses para hacer perdurar nuestras instituciones tan desgastadas en estos momentos, el estado de derecho, dijo, ahora es responsabilidad de los ciudadanos ante la cerrazón de los gobernantes haciendo alusión a Felipe Calderón presidente de México: él no está ahí para decir nada más “yo no tengo la culpa”, eso es absurdo, es estar negando una responsabilidad institucional que él asumió en el momento en que tomó las riendas del país. Es importante que nosotros entendamos eso, que nos demos cuenta, somos millones de mexicanos los que tenemos otras bases.

El obispo hizo alusión a los valores inculcados en la escuela, en las miles de escuelas en el país, que como la ESFA 1 tienen la responsabilidad de formar ciudadanos comprometidos con su municipio, su estado, su país. Profundamente emocionado aseguró que la bondad tiene la batalla ganada contra el mal por lo que los ciudadanos no pueden vivir con miedo y de rodillas, debe decir no a la corrupción y organizarse: no tenemos por qué arrodillarnos y decir, estamos arruinados,¡no señor! somos ciudadanos con derechos, que a ustedes (los políticos, los dirigentes) hemos delegado la responsabilidad, ustedes responden, y si no… ya veremos. Lo importante es que nos demos cuenta que no tenemos por qué vivir acobardados, que no tenemos por qué meternos debajo de las camas, ese no es nuestro papel, ni es el papel que Cristo quiere de sus hijos. Cristo nos ha preparado para eso y más, porque el triunfo de la vida está garantizado, el de la paz, el de la justicia. No les digo que no vamos a sufrir, estamos sufriendo, pero no estamos de rodillas, no estamos derrotados, eso nos debe hacer entender. A muchos no nos ha sido fácil la vida pero hemos tenido el valor de enfrentar los problemas, hemos tenido la estructura espiritual, que nos hace experimentar una fuerza que nos lleva a ponernos de pie, entonces hermanos y hermanas hemos venido a decir la buena noticia: el amor triunfa sobre el odio, la paz triunfa sobre la codicia, eso lo tenemos garantizado por Dios. ¿Cuál es el camino? El de la organización auténtica, la organización de nuestras instituciones, la organización en la honestidad, en la responsabilidad la organización en la no corrupción, eso es lo que tenemos nosotros, esas es nuestra fuerza. ¿Cómo que no es nuestro papel la interlocución con los jefes políticos de este momento?, ¡claro que sí señor Calderón!, cómo que usted es el responsable de que nosotros tengamos paz y que tengamos garantizada la vida….

Raúl Vera interrumpió su sermón como quien vuelve en sí, para darse cuenta que no estaba en su parroquia, pero sí en su pueblo natal, al que pidió organización, al que pidió reconstruir las instituciones desde abajo, al que pidió ser guardián del estado de derecho. Al final de su mensaje su valentía fue aplaudida con entusiasmo, la gente se paró para ovacionarlo y hacerle sentir que la indignación es la misma.

Antes de regresar a Coahuila, recibió el cariño de sus antiguos compañeros de escuela, decenas de acambarenses se acercaron a él para saludarlo, abrazarlo, tomarse fotos con quien a estas alturas de la vida, es un personaje fundamental en la historia de nuestro país.


JUAN DIEGO RAZO, ESPECIALISTA EN CORRIDOS

“En la actualidad el corrido tiene su sello, pero se va a confirmar cuando otra vez milite a favor de la descolonización de nuestro país, porque todavía nos falta descolonizarnos y sobre todo de las influencias que sí lo perjudican como la canción intrascendente”.

JUAN DIEGO RAZO

Tal como ocurrió hace algunas decenas de años, el corrido se va adaptando a la realidad del país, se amolda al relieve del acontecer social y se metamorfosea con los colores del paisaje casi siempre rojo desde que México anda en pos de su independencia. El corrido vive a gusto entre versadores viejos y guitarras desgastadas, se acurruca en las voces roncas de aguardiente y no le importan las cuerdas reventadas. Se da el gusto de armar alboroto entre los más alebrestados y viaja de pueblo en pueblo montado en las alas de un avión supersónico o en el lomo de un burro fiel. Jamás se cansa, siempre es joven porque parece que tiene un pacto demoniaco con el tiempo. Y tal como ocurrió en los tiempos de Hidalgo, en la actualidad el corrido anda siempre entre los más fieros, trepado en los conflictos sociales, dando de qué hablar, acompaña al líder de la revuelta, al vendedor de tamales en bicicleta y al narcotraficante de moda. La siguiente es la trascripción que hicimos de una charla con Juan Diego Razo, autor de Corridos Históricos de la Tradición del Bajío, en su última visita a la ciudad de Acámbaro Guanajuato, quien señala que lejos de desaparecer, el corrido se reanima con cada revuelta social y se enriquece con los nuevos géneros que abordan igual que él, la afrenta con los poderosos.

EMPECEMOS CON EL NARCO CORRIDO

Para adentrarnos un poco más al origen y significado del corrido abordemos primeramente lo que en la actualidad está pasando con este género. Al día de hoy encontramos por lo menos dos vertientes con las que está relacionado el género y que están muy a la vista: el narcotráfico por un lado y su relación con los más recientes conflictos sociopolíticos del país. Juan Diego Razo explica que el fenómeno del narco-corrido se debe situar en un contexto específico que tiene que ver con nuestra desafortunada vecindad con uno de los mercados de consumo de narcóticos más grandes en el mundo que se ubica en Estados Unidos y que a su vez está sumido en un esfuerzo por mantener su carácter de potencia hegemónica, aún a nuestra costa y pese a que nos arrebataron parte de nuestro territorio. Razo señala que aunque los norteamericanos no son los únicos que consumen, necesitan la droga como un amortiguamiento de la pesadilla que en el fondo viven, porque el sueño americano verdaderamente es tan sólo una pesadilla, es decir, se ven obligados a pagar su confort con una crisis de carácter moral que los conduce a tener que narcotizar su sensibilidad.

En un principio, los mexicanos fuimos canal de distribución y luego productores de amapola y mariguana igual que otros países, porque los norteamericanos no cultivan sus estupefacientes, dado que su cultura y sus antecedentes religiosos no lo permiten. Ahora, como todos sabemos, nos hemos vuelto consumidores y sicarios. Mientras, ellos se lavan las manos diciendo que la droga viene de fuera, o como dijera Eduardo Galeano ellos “sólo ponen las narices”. En este contexto, el especialista en folclor agrega que la presencia del narco-corrido delata la existencia de un conflicto social y refleja su impacto, que es lo que justamente hace el corrido: se monta en el conflicto -sea revolucionario, insurgente, cristero o en este caso criminal- con el fin de hacer la narración de lo que acontece. De igual modo como ocurría antes, muchos de los cabecillas del conflicto quedan inmortalizados, porque además ellos mismos desean ser recordados, es decir, al jugarse la vida también quieren que un día un verso los mencione. Esa es además una aspiración muy humana, una especie de necesidad de sobrevivencia, incluso muchos pagan para que les compongan corridos, se han dado casos de grupos que han recibido dinero para inmortalizar a los narcotraficates, les gestan su estrellato y los vuelven héroes, así, se comparan con otros personajes históricos, aunque no hay que perder de vista que lo único que tienen en común es que viven fuera de la ley.

LA FUNCIÓN SOCIO-POLÍTICA DEL CORRIDO

Más allá del universo narco, el corrido cumple su papel más esencial, más genuino, en los conflictos de carácter socio-político, ahí se reivindica no sólo como reflejo de una problemática determinada, sino como un componente vital en la construcción de la sociedad, tal fue el caso de lo sucedido durante las elecciones del 2006 y aún poco antes. Como ejemplos de ello el escritor salmantino recuerda el corrido del “Semental guanajuatense” que es un retrato involuntario de Fox cantado por el grupo Exterminador a manera de burla; también existe el corrido “Esta comunidad ha dicho basta”, que es una pirekua que refiere a un conflicto campesino reciente en Michoacán; o lo que hace Guillermo Velazquez en la Sierra Gorda de Guanajuato, quien ha revitalizado al género. Para ilustrar aún más el carácter genuino del corrido en la actualidad, Juan Diego Razo señala que existe un pregón en el Distrito Federal conocido como el de “los tamales oaxaqueños”, que por las tardes se oye en voz de los vendedores que salen en triciclos a los que se le adaptan bocinas con cintas pregrabadas para vender la mercancía. Juan Diego registró que el pregón de los tamales tuvo una modificación interesante que se cantó cuando lo del fraude electoral en 2006, desconociendo al autor, que decía así:

Salieron los deliciosos tamales fraudulentos, tamales ugaldeños, tamales calientitos, acérquense y pida sus bien rellenados tamales ugaldeños, salidos de las urnas del fraude electoral, tamales que si te duermes te los tendrás que tragar. Hay tamales Fobaproa, tamales Calderón, que con las manos limpias se amasaron por la paz de la nación y no les hagan el feo para que tengan empleo. Hay tamales calientitos, tamales foxaqueños, rellenos de mentiras y también de corrupción. Si un fraude está celebrando hay tamales Hildebrando, para que siga la fiesta, hay tamales Bibriesca, y a Sahagún al gusto de cualquier matarife, hay tamales del IFE y atole con el dedo para tragar el tamal. Tamales de chile verde y también colorado, traga en silencio el tamal no seas un renegado sino serás borrado del padrón electoral

Juan Diego Razo además repara en un aspecto interesante del corrido que lo hace aparecer como parte sustancial de los movimientos reivindicativos de la música y lo familiariza con géneros como el Hip Hop, por ejemplo cuando aparece lleno de reclamos en el llamado “Hip Hop de los políticos hijos de puta”, que es un canto de denuncia, lo que en el fondo nos llevaría a considerarlo esencialmente como un corrido, porque retoma su función más importante, que es la de hacer una contribución que busque reconstruir una nación en conflicto.

Pero no sólo los rebeldes hacen corridos, desde el punto de vista de los contrarios también se produjeron canciones, versos, corridos, en la actualidad uno de los ejemplos más evidentes es el bautizado “shalalá” de Jaime López y Alex Sintek a quienes les pagaron para hacer una pieza representativa de los festejos del Bicentenario sin tomar en cuenta que en realidad existen otras piezas más representativas.

SOBRE EL AUTOR DE CORRIDOS HISTÓRICOS DE LA TRADICIÓN DEL BAJÍO

La obra de Juan Diego Razo Oliva es no sólo enciclopédica, sistemática, inteligente, es además un compendio que en momentos destella una ironía fina, un sarcasmo delicado que hace suponer que el autor es un hombre más bien dado a la afrenta y a la carcajada. Sin embargo al conocerlo, ese fogoso potencial desaparece, y en su lugar se planta un escritor maduro, de trato amable y sencillo, a quien de vez en vez asoma la ironía en sus ojos, como una especie de solidaridad con los menos afortunados. Nacido en 1941 en Salamanca, en donde permaneció hasta que hizo su preparatoria, salió de su tierra para estudiar Economía en la Ciudad de México. Actualmente imparte clases en la Escuela Nacional de Artes Plásticas donde es maestro de tiempo completo desde hace treinta años en dos asignaturas: metodología de la investigación y taller de análisis de textos y de investigación.

El cambio de economista a especialista en folclor

De familia campesina y de tradición, Juan Diego Razo visitaba las cantinas de su pueblo con la curiosidad de quien desea levantarle las faldas a la vida. Un buen día conoció a un par de viejitos que traían un repertorio de cantos tradicionales, uno de ellos, el guitarrista, era invidente y el otro tocaba el violín. Se interesó por ellos y comenzó a registrar sus cantos en un cuaderno. Pese a su corta edad le llamaba la atención la similitud del corrido con sus lecturas en los libros de historia, lo que marcó sus futuros intereses. Con el tiempo registró los cantos en una grabadora de carrete hasta armar una colección interesante de carácter testimonial. En México conoció a Enrique Rivas Paniagua, a Cruz Mejía y al antropólogo especializado en la zona del Bajío Gabriel Muedano, los tres colaboradores de Radio Educación, quienes se interesaron por su colección de fonogramas. Fue invitado a trabajar con ellos y el resultado fue un primer álbum doble que se llamó “Corridos Históricos del Bajío, Testimonios del Viento” acetato que se dio a conocer a finales de los años setenta. A raíz de ese trabajo se formó un grupo que se llamó Tlalli, que quiere decir “canto de la casa o de la tierra”, (el proyecto continúa con Cruz Mejía y a la fecha ya tiene alrededor de 20 títulos editados). Al momento Juan Diego Razo tiene seis trabajos fonográficos con enfoque regional de rescate de la tradición abajeña. Aquellos primeros discos se escucharon con interés en algunos círculos especializados y el autor se dio cuenta de que había un tema para investigar, porque en el Bajío poco se había explorado o sistematizado, sobre todo con un criterio que resaltara el valor de documento histórico complementario de los que ya existían, y desde entonces su enfoque fue abajeño. Al mismo tiempo una serie de apuntes al margen del trabajo fonográfico de recopilación de corridos dieron origen a diversas publicaciones posteriores.

Uno de esos textos que se pudieron editar tuvo la fortuna de haber sido reconocido con mención especial en un concurso de Literatura Testimonial y pese a que no ganó, Jaime Labastida, quien fue jurado en ese concurso, propuso editarlo y consiguió a dos editoras chiapanecas. Ellas editaron el trabajo que se llamó “Rebeldes populares del Bajío: hazañas, tragedias y corridos desde el Porfiriato hasta 1920”. Tiempo después la Universidad de San Luis Potosí le dio el primer lugar en un concurso nacional por tres ensayos, dos de ellos sobre historias narradas en los corridos. El jurado estuvo formado por tres premios nacionales de Literatura: Juan Rulfo, José Luis Martínez y Mauricio Magdaleno. Esos trabajos no se editaron inmediatamente como se esperaba. Pero tiempo después editorial Premia, en donde Carlos Montemayor era uno de los asesores, editó los ensayos con uno más incluido. Montemayor mismo lo recomendó. En la obra iba incluida una colección de música y corridos, que se llamó cancionero folclórico salmantino, donde el autor hace un “pitorreo” del orgullo localista en Salamanca.

Recorridos por el Bajío

Todo comenzó en Salamanca. El conocimiento de los músicos y la ruta que Juan Diego Razo se fue marcando fue gracias a los mismos músicos, ellos le decían por ejemplo: “es que aquí mi compadre en Valle de Santiago se sabe el mismo corrido y por qué no vas un día y platicas con él”. O decían: “yo soy de Pénjamo y mi papá fue el que me enseñó estas letras, vete un día para allá porque también en Pénjamo hay viejos como nosotros que cantan corridos”, y así fue como empezó a salir de Salamanca, y esto lo llevó a hacer contacto en buena parte de los municipios centrales de Guanajuato, Acámbaro incluido, en donde recogió alguna vez cosas interesantes en Parácuaro. Paralelo al conocimiento de los músicos, los libros fueron un referente importante, a donde quiera que iba entraba a las bibliotecas, buscaba revistas, periódicos y narraciones proporcionadas por los cronistas o periodistas de los pueblos que se convirtieron en uno de los referentes más importantes. También salió del estado porque como él mismo lo explica, el género del corrido tiene esta capacidad de expansión y de contagio evidente en el proceso de las canciones insurgentes, de gesta patriótica nacionalista, que se cantaban o recitaban en su caso en varias regiones, (porque se entiende que son coplas para cantarse aunque no se haya conservado la música).

Empezó a considerar el concepto de Bajío en su aspecto geocultural y valoró la hipótesis de que fue en esta región en donde el corrido tuvo su origen, evolucionando desde la canción de gesta hasta lo que conocemos como corrido mexicano. Por otro lado, descubre que el corrido se empezó a conocer como “mexicano” cuando los primeros revolucionarios del siglo XIX iban construyendo una identidad, algunos como guadalupanos-mexicanos, otros incluso como abajeños. Así que tuvo que ampliar la búsqueda hacia otros estados, casi siempre con mis propios medios y sin apoyo institucional, visitando Jalisco, Querétaro, San Luis Potosí, Zacatecas, Michoacán y Guanajuato que son los estados que configuraran culturalmente el gran Bajío.

EL CORRIDO ¿PUEDE DESAPARECER?

Lejos de lo que se piensa, el autor de Corridos Históricos de la Tradición del Bajío, cree que el corrido no va a desaparecer, o por lo menos mientras haya la necesidad de dejar en la memoria los acontecimientos que forman la identidad de un pueblo, ello pese a que los medios de comunicación masivos contribuyan a desvirtuar el contenido del corrido, en algunos casos. Razo Oliva piensa incluso que los medios de comunicación masiva amplían el circuito de circulación del corrido con enormes posibilidades de mezclarse con otros géneros que son parecidos. Y recuerda por ejemplo a la canción de gesta, que está en el origen del corrido y cuya esencia se comparte con todos los pueblos del mundo como una especie de patrón arquetípico con el cual se construye un tipo de música, (que en este caso sería la narrativa novelesca o histórica pero finalmente narrativa), que seguramente va a permanecer hasta que el hombre deje de tener la necesidad de escuchar relatos. El corrido comparte elementos con muchos otros géneros como las baladas en Estados Unidos, la canción de gesta en Francia, los romances en España y los mitotes con los chichimecas, los otomíes, los nahuas, que también cantaban memoriales de sus batallas. Esta forma de organizar un discurso para comunicar e informar de algo, con una estructura poética, rítmica, determinada, tiene la posibilidad de trascender y además permanece. Por otro lado si se están mezclando géneros, el corrido en lugar de desaparecer, se enriquece y hasta se reivindica.

Los medios masivos de difusión han ido desnacionalizando o desvirtualizando sus contenidos, aunque de pronto escuchamos alguna sorpresa. Por ejemplo cuando Jorge Negrete cantaba “El Durazno” en una película, una pieza insurgente que se cantaba cuando se logró la Independencia de España:

Ya se calló el arbolito

Donde dormía el pavorreal

Ahora dormirá en el suelo

Como cualquier animal

Guadalajara en un llano

México en una laguna

Me he de comer esa tuna

Aunque me espine la mano

Ahí vienen los gachupines

Uncidos como los bueyes

Y detrás los mexicanos

Vestidos como los reyes

Razo encontró en Salamanca a una familia de indígenas que tenían tradición de cantar esta pieza en los templos católicos y en las cantinas por tradición desde finales del siglo XIX, que sobre todo, señala, la cantaban en las fiestas de septiembre con el gusto de saberse reyes de su propio país. De ahí la importancia histórica de esta pieza. En el mundo del cine, sigue diciendo el especialista, hay este enmascaramiento comercial muy mercantilizado de nuestro folclor, pero a veces esconde sorpresas como esta pieza que cantaba Jorge Negrete, que el investigador, cuando le pone colmillo encuentra con mucho agrado, tal como ocurrió por ejemplo con los cantos de Lorenzo de Monteclaro, Los Alegres de Terán o Las Jilguerillas.

LA ESENCIA DEL CORRIDO

El corrido puede parecerse en la función al rock, al reggae, al hip hop, pero lo que hace al corrido tradicional es que generación tras generación ha conservado la forma y la intención. El corrido probó su eficacia al paso del tiempo para darle contexto y significación social a lo que hacían los humildes verseros o cancioneros, a través de ellos es que sigue funcionando la forma, que viene a ser un registro de memorias. El corrido además tiene una estructura narrativa, con una introducción del tema, luego con un cierto desarrollo o tratamiento dramático, festivo o burlesco del acontecimiento y luego tiene una especie de moraleja con despedida, estas son las formas orgánicas que a su vez definen cualquier ejemplo de literatura del mundo. El caso de Homero es emblemático, él seguía esta estructura, lo que nos lleva a concluir que son modelos arquetípicos que sirven para reforzar la memoria de los pueblos.

Hay una discusión sobre los orígenes del corrido y de su nombre. Se piensa que se llama así porque se canta “a la carrera”, es decir, se canta rápido con un ritmo monótono que va pasando de una estrofa a otra. Sin embargo Juan Diego Razo en su trabajo atiende poco ese problema y se enfoca más en la función social que cumple y que está relacionada con la decisión de un alguien que en determinado momento decide dar testimonio de un hecho y lo comparte con su grupo social más inmediato, incluso se convierte en una especie de periodismo social porque se hace una crónica cantada de un suceso que puede llegar a tener mucho éxito entre la gente de varias regiones. Aunque no debemos olvidar que el corrido puede tener un carácter imaginativo que narra sucesos inventados o novelados sus temas siempre son los conflictos a nivel individual, familiar o de grupo. Este tipo de lenguaje de comunicación ha pasado de las bases orales que eran muy amplias hace 200 años, a la actualidad en la que ya está todo grabado y se divulga con mayor facilidad.

ORÍGENES DE CORRIDOS HISTÓRICOS DE LA TRADICIÓN DEL BAJÍO

Hablar del origen de la obra Corridos Históricos de la Tradición del Bajío es remontar en el tiempo treinta años, en los días en los que el autor iba descubriendo a cada paso que lo aprendido en el seno de su familia cuando niño, lo iba definiendo incluso más que la Economía, a la que había consagrado sus estudios. Entonces Juan Diego decidió vivir más cercano a la fuente misma de la cultura, entre la gente memoriosa que canta en fiestas, velorios, iglesias o cantinas. En este viaje hacia adentro, Juan Diego recuerda especialmente a Goyita. Ella había sido esposa de un villista, un tal Villafaña, que se había levantado con otros cabecillas del villismo cimarrón, en torno a figuras como Chávez García, Macario Silva, Matilde Alfaro, Juan García y José Gutiérrez de Dolores Hidalgo. Goyita tenía una inteligencia aguda y sobre todo una memoria privilegiada pese a que no sabía leer, todo lo que oía lo repetía con mucha fidelidad y se sabía muchas canciones, corridos, oraciones, rezos y hasta refranes. Los padres de Razo Oliva la recogieron joven y viuda, acababa de perder a su hijo que también se había involucrado en el movimiento cristero y se quedó a vivir en su casa. Goyita platicaba sus historias, que eran muchas, desde tiempos de los villistas pasando por los carrancistas hasta la época de los cristeros, puesto que ella los vivió y padeció al mismo tiempo.

El autor cuenta también que fue definitivo para su trabajo el que se juntara por aquellos tiempos un grupo de platicadores en su casa, al que se incluía Goyita y entonces dice el escritor, “¡se armaba la pelotera!”: se escuchaban varias versiones de un mismo acontecimiento, en ocasiones, se detenía la plática para que Juan Diego pudiera registrar lo que decían.

La tesis central de la obra gira en torno a un argumento: el corrido en el Bajío, su origen y desarrollo. En ella el autor propone que dado que el corrido es la expresión de un conflicto de naturaleza social que cumple con una función narrativa que preserva la memoria de los hechos, fue en la época del levantamiento insurgente de 1810 cuando adquiere mayor sentido, dado que ya se tenía un principal objetivo que era la independencia de la corona española y la búsqueda de una nueva nación libre y soberana. En esa lógica, el corrido empezaría a registrar sus primeros indicios en Guanajuato, lugar en donde se registraron algunos de los primeros acontecimientos masivos en torno a la figura del cura Hidalgo. No por ello se descartan otros momentos significativos que también darán forma al corrido, incluso desde antes de la llegada de los españoles a América.

El autor señala que el grito de arenga dado por Miguel Hidalgo en la mañana del 16 de septiembre de 1810, tiene una construcción especial que lo hace parte del origen del corrido, Razo Oliva señala que para construir en forma expresiva un sentimiento que implique elevar la voz, se siguen patrones de nuestra lengua que tienden a acentuar unas sílabas que dan como resultado una frase entonada que facilitan la memorización, “yo sostengo que los gritos que siguieron a la arenga de Hidalgo ¡muera el mal gobierno, arriba Fernando VII, abajo los gachupines!, pudieron haber sido los primeros versos que se recogieron posteriormente en versos de corridos, que inicialmente se llamaron coplas. De igual manera al llegar a Atotonilco, aparece el pendón de la virgen de Guadalupe y gritan aquellos versos:

Viva la guadalupana toda rodeada de flores

Viva don Ignacio Allende y el cura de Dolores…

Aquí está un embrión del canto épico, ya con el sentido de exaltación del momento y de los caudillos. Este sería después del grito mismo parte de la evolución del género en su raíz, en el corazón mismo donde estalla el conflicto”. El autor además señala que fue decisivo en este camino que se encontraran el archivo histórico de León, por parte de Jesus Zamora, unas valonas o versos en decimal que les decomisaron a unos vendedores de atole que habían salido con tropas de Hidalgo desde Salamanca. Ellos traían este tipo de versos que ya se cantaban o recitaban para contar lo que sucedía, que vienen incluidos en su obra.

Vale decir que Corridos Históricos de la Tradición del Bajío está editado por Jitanjáfora, editorial michoacana que anteriormente había trabajado con el salmantino. La obra comprende dos volúmenes elaborados con sumo cuidado y de forma muy artesanal hace de su lectura una experiencia mucho más integral, con ilustraciones de varios artistas mexicanos destacando las de José Guadalupe Posada. En relación al sur de Guanajuato, Juan Diego Razo hizo alusión a lo encontrado hace años en una visita a Acámbaro, particularmente en la zona de Parácuaro, zona que conocemos como cristera, en donde encontró corridos que hacen alusión al apellido Moreno y sin duda relacionado con las famosas cuevas de Moreno. En esta ocasión, fiel a su oficio, se llevó un par de grabaciones las cuales, comentó, son reveladoras de la significancia del corrido para las tierras acambarenses, por eso prometió pronto regresar y darlos a conocer.