"COTORREANDO CON LA HISTORIA"

Porque consideramos que la historia puede y debe aprenderse de una manera no solemne, no aburrida; porque consideramos que estamos en un punto en nuestra vida en donde nos damos cuenta que no somos todo lo independientes que Hidalgo y sus seguidores soñaron alguna vez; y porque finalmente consideramos que nuestras autoridades no están haciendo lo propio ni lo necesario para conmemorar esta fecha.

VISITA DEL EXPRESSO DE LAS OCHO AL TLALPUJAHUA,
LUGAR DE NACIMIENTO DE LOS RAYÓN

TLAPUJAHUA, PUEBLO MÁGICO

El pasado 24 de febrero, día de la bandera, el Expresso de las Ocho viajó en compañía de un par de amigos a la ciudad de Tlapujahua, en el vecino estado de Michoacán con el objetivo de conocer más de cerca la vida de Ignacio López Rayón y su familia, héroes y mártires del periodo histórico al que llamamos: Independencia de México. Dentro del marco que festeja el bicentenario de esta efeméride vale decir que este espacio radiofónico se propuso realizar un recorrido por algunos puntos relevantes y cercanos geográficamente a Acámbaro para conocer, vivir y "cotorrear" con la historia.


MONUMENO DEDICADO A IGNACIO LÓPEZ RAYÓN SITUADO A LA SALIDA A EL ORO, ESTADO DE MÉXICO

Se dice que Ignacio López Rayón, mano derecha y secretario del cura don Miguel Hidalgo y Costilla, nació en Tlapujahua Michoacán en el año de 1773. Fue hijo de la reconocida mujer Rafaela López Aguado de Rayón, a quien se le dedicó una de las paredes ubicadas en la plaza Rayón de Tlapujahua, luego de que se hiciera famosa cuando dijo preferir la muerte de sus hijos al ver sometida su patria bajo el yugo de los españoles. Actualmente sólo la parte que correspondía a las caballerizas y a la tienda de los Rayón forma parte del Museo. La casa en donde verdaderamente nació Ignacio pertenece a una particular, más específicamente a una mujer de 90 años quien habita la casa sin compañía. En la foto siguiente ustedes pueden apreciar la magnitud de la casa, tres pisos, que vistos desde el Museo se alcanzan a percibir abandonados.


CASA DONDE SE NACIÓ IGNACIO LÓPEZ RAYÓN

Se dice que Ignacio López Rayón, al estallar la guerra de Independencia en Septiembre de 1810, formula un plan para evitar el despilfarro de los recursos obtenidos para la causa insurgente. Lo que nos da entender que era no sólo valiente, sino un valiente prudente y gran pensador. Cabe decir que a diferencia de Morelos o Hidalgo, su vida no tuvo nada que ver con la religión, sino más bien con las leyes, igual que nuestro Benemérito de las Américas, el buen Benito Juárez.

MINA DE LAS DOS ESTRELLAS, BOCAMINA

En este viaje, visitamos la mina de las "Dos Estrellas", cuyo director Gustavo Bernal es un reconocido artista plástico, autodenominado como luchador social. Su museo, vale decirlo, es un gran ejemplo para muchos otros museos en el país. Su carga ideológica es muy fuerte: desde la entrada se respira un ansia de lucha por la libertad que seguramente le viene de las miles de vejaciones a los derechos humanos que sufrieron los mineros en ese lugar, explotados por extranjeros, especialmente por la familia Fournier venida de Francia. Su guía, David, nos llevó con paciencia por cada recoveco de esta antigüa mina, apenas un 10 por ciento de lo que alguna vez fue.


GRACIELA AVILÉS VIDAL, DIRECTORA DEL MUSEO DEDICADO A IGNACIO LÓPEZ RAYÓN

El museo en la actualidad está resguardado por una mujer llamada Graciela Avilés Vidal quien desde hace 30 años se encarga del lugar. Y pese a que los Rayón son una familia reconocida e importante en Tlapujahua, nos damos cuenta con tristeza del abandono cultural al que está sometido el pueblo. Ejemplo de ello es la propia doña Graciela , quien cobra 2 mil raquíticos pesos al mes, lo que le permite tener un nivel de vida no muy distinto al de su padre, quien trabajó en una de las más importantes minas del lugar, la llamada mina de las "Dos Estrellas" y quien con su sueldo apenas cubría las necesidades de su familia esclavizada a lo que entonces se conocía como tiendas de raya, ahora bancos o tiendas departamentales. Además nos pudimos percatar de la falta de fomento cultural en el pueblo: no hay Casa de la Cultura, no hay cronista, no hay quién vele por la prosperidad cultural del sitio


( Vista del cielo desde el Templo de San Francisco en Tlapujahua, Mich.)

PINTURA DE IGNACIO LÓPEZ RAYÓN UBICADA EN EL MUSEO

Ignacio estudió en el Colegio de San Nicolás de Valladolid en donde por supuesto conoció a Hidalgo quien lo indujo a pensar en la independencia de México. Ignacio fue miembro de una familia adinerada, sin embargo no desconoció el trabajo de las minas en donde cientos de personas vivieron por muchos años bajo la sombra de los extranjeros sumidos en una vida de explotación y miseria, incluso muchos años todavía después de su muerte.

VAGÓN COMEDOR HABILITADO, EN EL ORO, ESTADO DE MÉXICO

El Oro, al igual que Tlapujahua es un pueblo que antiguamente fue minero. Un cerro separa estos dos pueblos pertenecientes a dos estados diferentes. En El Oro nos topamos con una hermosa sorpresa que fue hallarnos con un viejo vagón de tren comedor, que actualmente fue habilitado y puesto a funcionar como un sitio para tomar café, comer algo ligero y cosultar internet. Una prueba de la creatividad mexicana y una idea que los acambarenses bien podríamos utilizar para hacer lo propio en esta tierra de ferrocarriles

TLAPUJAHUA, MICHOACÁN (VISTA DESDE EL CERRO DEL GALLO)

MONEDA AL AIRE


A TODOS LOS COMPAS DEL EXPRESSO DE LAS 8

TEMA PARA DEBATIR: EL BI-CENTENARIO MEXICANO -REVOLUCIÓN E INDEPENDENCIA

22 FEBRERO/ASESINATO DE FRANCISCO I. MADERO

¿CONOCEN "LA SUCESIÓN PRESIDENCIAL EN 1910"?
Pocas son las cosas que el gobierno hace bien en cuestión cultural, ésta es una de ellas: subir libros al Internet que están disponibles para todos (claro, todos los que puedan tener una computadora y acceso a la red...)

UNA DE FERROCARRILEROS


LAS PRECIOSAS NEGRAS
Matías Contreras / Maquinista


“¡Era una cosa hermosa como jamás van a volver esos tiempos!
¡Es lo más precioso! Yo ahora pienso:
¿qué niño, qué joven, qué viejo no ha querido manejar un tren?
y si yo volviera a nacer... ¡Me volvía a hacer maquinista!”


Matías Contreras es un hombre que subyuga las miradas. Su voz clara habla fuerte y dice las verdades sin miramientos. Cuando platica se va arrancando como si fuera máquina de vapor: primero lento, tanteando las palabras, luego a toda prisa, se acelera, se apasiona y luego ya no hay quien le pare saltando de una historia a otra, sobre todo cuando se trata del Ferrocarril. Don Matías aceptó charlar conmigo luego de un segundo encuentro. Nos sentamos bajo la sombra generosa de un par de bellísimos árboles en una casa en donde periódicamente se reúnen los ferrocarrileros para tratar asuntos comunes: un pedazo de mundo apartado del calor y de la gente, en donde aún se palpan las almas de muchos que ahora ya no existen.

Con el orgullo más genuino, don Matías me contó que fue maquinista igual que toda su familia, a pesar de que su padre no quería que siguiera sus pasos por aquello de la fama de mujeriegos y borrachos que tenían, que según don Matías era algo más que mala fama: ¡era la puritita verdad! Sin embargo también fueron hombres muy valientes, sobre todo los que participaron en la Revolución Mexicana, ese fue el caso de algunos familiares de don Matías:

– Mi padre y mis tíos se iniciaron como pasaleña cuando se vino la Revolución. Los maquinistas y fogoneros viejos, que en ese entonces eran gringos, se fueron porque tuvieron miedo y les dejaron el trabajo a los mexicanos. Desgraciadamente, muchos murieron, uno de ellos fue mi tío que quedó allá por Torreón cuando le quemaron un puente y se fue pal’ barranco; mi padre y mis otros tíos se salvaron en algunas ocasiones. Muchos tenían grados militares según sus acciones, como mi tío Carlos que era coronel... don José Musquis a quien no le importaba pasar con la máquina sobre los soldados contrarios porque era zaino. También hubo otro que fue muy famoso, le decían el general Fierros que fue conductor.

Siendo muy niño se enamoró de “las preciosas negras, aquellos moustros que eran las máquinas de vapor” como él dice. Sin embargo a pesar de su enamoramiento entró a trabajar al Ferrocarril hasta que tuvo veinte años, era 1947: la gran época del Ferrocarril. El primer viaje pagado de Don Matías, por cierto en una máquina que todavía se conserva en Acámbaro, fue por casualidad, digamos que la mala fama de los maquinistas le benefició mucho:

“El primer viaje que me pagaron fue una vez cuando salí de emergencia. Aquella vez falló el fogonero de un tren que salía de Zitácuaro a Maravatío. Cuando llegó el llamador le dice al mayordomo:

– El fogonero anda “alegrito”, no puede salir, ¿a quién llamo?

En eso llegó el maquinista Ramón Ortega y me dice:

– ¿Qué pasa con mi fogonero?
– Pos ya te imaginarás “cómo anda”.
– Denme aquí a Contreras.

“Así fue como salí yo en lugar del fogonero de planta. Fue en la máquina esa 903 que está ahora en la ex estación ¡esa fue en la primera que me pagaron!”

Luego de ser fogonero, don Matías fue maquinista durante 35 años y llegó a ser el número uno de la División, lo que significaba que podía andar en los mejores trenes, en donde le pagaban más, aunque eso implicara los viajes más peligrosos, como los que hacía a La Montaña, un tramo entre Toluca y México en donde muchos “se chorriaron”, es decir, perdieron el control de la máquina y murieron.

Además le tocó manejar todo tipo de trenes, desde los de carga hasta los de pasajeros. A éstos últimos debían tratarlos con especial respeto porque los carros se golpeaban con frecuencia provocando malestar a los viajeros y sobre todo, porque los maquinistas no querían quedar a deber la losa de la cocina que traían los carros de primera clase, que muchas veces se rompían por las zarandeadas y luego se las cobraban. Y aunque dice don Matías que ninguno podía escoger su máquina, luego de mucho tiempo, estas poderosas “negras” se convertían para los maquinistas en algo parecido a sus protectoras, a sus mujeres y hasta en sus hijas, por eso las celaban tanto:

– Nosotros éramos muy celosos de nuestras máquinas, podíamos invitar a quien fuera ¡pero no siendo mujer! Porque no sólo los maquinistas eran celosos, también las máquinas, por eso: ¿mujeres? ¡mangos! Es de no creer pero una vez se subió una mujer que era administradora del hospital, aquí de Ferrocarriles, entonces al tiempo en que ella estaba arriba ¡la máquina aventó lumbre! La mujer se llamaba Meche y ya se andaba aventando desde arriba del miedo que le dio.

Con los años las máquinas de vapor desaparecieron y tuvieron que abrir camino a las Diesel, más ahorradoras y fáciles de conducir. Esto a don Matías no le gustó nunca, jamás ha podido comprender cómo pudieron desaparecer a “las prietas”, hermosas y duraderas, por unas máquinas insulsas y aburridas como las otras. Pero la modernidad no le arrancó las glorias a don Matías y uno de sus mejores recuerdos fue el tren presidencial:


“En lo del tren presidencial lo delicado era el manejo del equipo que llevaban los trenes, en los carros, tan sólo la losa había que cuidarla por la clase que podía tener. El que manejé fue con López Portillo, de México a Lázaro Cárdenas cuando entregaron según esto la vía en forma simbólica: la vía estaba buena hasta un lugar que se llamaba Las Cruces y todavía hasta Infiernillo, pero de ahí en adelante ya estaba sin durmientes, era un tramo muy malo. En ese tren debía hacer mi trabajo lo mejor que se pudiera porque el jefe de seguridad era difícil. Allí en Coróndiro, al ver a unos indígenas de por allí que se acercaban a la vía y que no sabían de protocolos, ordenó: “¡No me dejen entrar a esa gente! ¡mátenlos!”

“Después en el camino se le ocurre a una avioneta ir arriba del carro del tren en donde se consideraba que iba López Portillo. El avión entonces voló bajito y dicen que el “baboso” jefe de seguridad sacó la pistola y ya la iba a tirotear cuando salió el mismo señor presidente a tranquilizarlo”.

Luego de esa experiencia con el tren presidencial y las imprudencias del jefe de seguridad, don Matías Contreras, un hombre de complexión fuerte que a diario recorre un tramo largo de su casa al centro de la ciudad caminando, me contó más de las “chorriadas” que se dio en su máquina, situaciones que requerían de un maquinista habilidoso y tranquilo para no morirse.

Con voz arrebatada también trajo a la memoria historias en donde relató cómo jamás le gustó dejarse de nadie y cómo por esa razón siempre hizo su trabajo lo mejor que pudo. Además recordó con particular nostalgia cuando Acámbaro era un pueblo que vivía del Ferrocarril en su época de oro, un pueblo pequeño en donde circulaba dinero porque a todos les pagaban bien, sin embargo esos tiempos se acabaron, como se acabó la plática con uno de los más orgullosos ferrocarrileros que he conocido.

No obstante, hacia el final de la conversación, don Matías, con su gorra ferrocarrilera puesta todo el tiempo y su camisa arremangada, alcanzó a confesarme algo más:

– Esa era la vida del maquinista y todo eso que se dice de que eran bien famosos... es cierto, y de que eran bien mujeriegos y les gustaba mucho el trago, aunque no a todos... también es cierto. Yo creo era por el dineral que se ganaba, llevaban vida de marinos y como era un trabajo tan bonito había mucha gente que los quería, tenían mucho público en las estaciones cuando entraban, no se diga los domingos y los sábados. La mayoría sí tenían muchas admiradoras para qué es más que la verdad. Por eso hay historias, casi leyendas de maquinistas famosos, hubo algunos que sí tenían sus detalles, que sobresalían sobre los demás, muchos que eran dignos de contarse, que daba coraje, que daba risa, decía uno: ¿cómo es posible que hayan sido así?
HISTORIA CONTENIDA EN "PURO CORAZÓN FERROCARRILERO"
Recopilación de vivencias de ferrocarrileros acambarenses


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ACÁMBARO CELEBRA AÑO NUEVO PURÉPECHA

El pasado 1 de febrero el Expresso de las Ocho asistió al Festival del Año Nuevo Purépecha, este año celebrado en Uruapan Michoacán. De ello les hemos estado hablando en semanas anteriores y lo seguiremos haciendo como cada principio de semana, en este espacio que le hemos dedicado a nuestra cultura Purépecha. Por lo pronto compartimos con ustedes imágenes de este evento, pequeñas historias de lo sucedido.

CARGUEROS


GUARDIA DE HONOR A LOS SÍMBOLOS PURÉPECHAS


DANZAS LISTAS PARA PRESENTARSE




Invitamos a todos los interesados en que Acámbaro se reencuentre con sus raíces purépechas y a todos aquellos que quieran participar en el esfuerzo que implica que Acámbaro se convierta en sede de este festejo comunitario, a que nos escriban a este mismo espacio. Vale decir que anteriormente se han hecho esfuerzos para que este municipio logre un status dentro de esta tradición, recordamos por ejemplo a nuestro querido y gran promotor de la cultura indígena Tata Mateo Morales y a sus alumnos del curso de Purépecha; y actualmente un grupo de acambarenses asisten cada año desde principios de este siglo animados por la Corresponsalía del Seminario de Cultura Mexicana, sin embargo no es suficiente para enaltecer nuestra sangre indígena, el esfuerzo ha sido truncado y hace falta gente interesada en empujar este proyecto.



VIDEO SOBRE DANZA DE LOS VIEJITOS EN CHILCHOTA MICH, DURANTE LA CELEBRACIÓN DEL AÑO NUEVO PURÉPECHA EN 2009

EL ÚLTIMO TREN DE PASAJEROS EN ACÁMBARO

Hola a todos nuestros amigos del Expresso de las Ocho:

Este es un nuevo esfuerzo por crear un punto de encuentro con sus opiniones. Queremos ser detonadores de críticas, propuestas, acciones, aprovechar las ventajas de la red para converger, disentir, provocar.
A todos ustedes gracias y bienvenidos a este espacio.

¡VIVA LA TOLERANCIA!¡LA DIVERSIDAD SEXUAL!¡EL RESPETO A LA DECISIÓN DE LAS MUJERES SOBRE SU PROPIO CUERPO!¡RESPETO A LAS CULTURAS INDÍGENAS!¡VIVA MÉXICO Y ACÁMBARO!¡MUERAN LOS MALOS GOBIERNOS, LAS INJUSTICIAS, LA IMPUNIDAD!¡POR LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA!¡POR NUESTRA DIGNIDAD!

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