“Hasta la fecha son ya 42 casos de feminicidios que
Las Libres han documentado en la entidad pese a que las autoridades de
Guanajuato sólo admiten 24”, comentó Verònica Cruz Sánchez vocera de la organización
feminista dedicada desde el 2000 a defender y visibilizar los casos de
violencia en contra de las mujeres. El pasado sábado Cruz Sánchez visitò
Acámbaro invitada por el Observatorio Acambarense de Derechos Humanos “Fray
Raùl Vera Lòpez” a impartir un taller en la parroquia de San Isidro con el tema
de los feminicidios y la alerta de gènero que Las Libres ha solicitado en dos
ocasiones para Guanajuato sin respuesta. La activista comentó que la alerta de
género es un mecanismo similar al declarado durante un desastre natural que nunca se ha activado en Mèxico a pesar de
la gravedad de casos como el de Ciudad Juàrez, Estado de Mèxico y ahora
Guanajuato por lo que adelantó que a partir de ahora y tal como lo señala la
LEY GENERAL DE ACCESO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA, Las
Libres estarán solicitando cada seis meses la alerta de género, periodo que
marca la ley ante la negativa del gobierno, además de que ya están trabajando
con instancias internacionales que respaldarán su exigencia. Ante un público de
14 personas asistentes, la vocera de Las Libres, una de las agrupaciones en
defensa de las mujeres más importantes de México, habló de los orígenes de su
organización, detalló la manera en la que trabajan y la preocupación por el
aumento de violencia en el estado, lo que atribuyó a una ausencia de autoridad,
un vacío institucional que ahora ha sido ocupado por el crimen y la corrupción.
“Feminicidio es asesinar a una mujer por el hecho de serlo, y un sólo caso
es suficiente porque representa el ambiente de violencia que viven
las mujeres en Guanajuato”, comentó la vocera recientemente reconocida por
Human Right Watch, quien critica el método conciliatorio al que ha recurrido el
gobierno guanajuatense para tratar de resolver los conflictos de violencia en
el hogar particularmente en los DIF municipales, en donde inducen a una falsa solución
sin resolver el problema de fondo. La guanajuatense también explicó que
Guanajuato requiere de sanciones más contundentes en contra de los feminicidas,
quienes en la actualidad no sobrepasan los 20 años de condena y agrega que a
pesar de que desde 2008 existe una ley que protege a las mujeres en el estado,
no se aplica, por lo que insistió “no quitaremos el dedo del renglón, hasta que
el gobernador nos haga caso”.
Este es un nuevo esfuerzo por crear un punto de encuentro con sus opiniones. Queremos ser detonadores de críticas, propuestas, acciones, aprovechar las ventajas de la red para converger, disentir, provocar. A todos ustedes gracias y bienvenidos a este espacio.
Crece el número de obreras desprotegidas en Acámbaro
Emma Aguado
Antes de las seis, Lupe camina
saltando los charcos de agua por una vereda solitaria a un costado de la
carretera, en estos días llueve y la madre soltera de 30 años se dirige como todas
las madrugadas hacia aquel edificio sin alma ubicado a las afueras de la ciudad.
Pasa por un gran espectacular que presume a un gobierno que se renta al
extranjero, baja la mirada… sus zapatos se enlodaron. Días antes, a Soledad su
compañera, la asaltaron en ese mismo lugar cuando regresaba con diez horas de maquila
a cuestas con la raya en la bolsa, por eso Lupe camina con desconfianza.
Este caso es el de muchas en
Acámbaro que están ingresando al mercado laboral en una nueva modalidad que
hace apenas unos años no existía: se están convirtiendo en obreras en empresas foráneas
que no pagan más de 700 pesos a la semana en un municipio donde existen
alrededor de 29 mil hogares encabezados por mujeres en condiciones de
vulnerabilidad. Aquí, como en otros lugares de Guanajuato, se abusa de la
oferta de mano de obra y los empleos son mal remunerados. Sin embargo no hay
cifras que reflejen las condiciones laborales de este sector y el gobierno acambarense
no está garantizando la calidad del trabajo que ofertan estas maquiladoras de
reciente instalación en el municipio, en su mayoría extranjeras, que operaran
bajo el esquema del out sourcing, legalizado apenas y que impide acumular derechos
laborales. Por otro lado, a pesar de que
se ha elevado el número de gente que ha cursado educación básica en esta región
guanajuatense, se registra una notable deserción en nivel medio superior y
superior, lo que repercute directamente en sus aspiraciones futuras.
El panorama no es alentador si sumamos
los casos de abuso, trata y violencia invisibles también en el sureste debido a
que las propias instituciones aceptan carecer de datos exactos, lo que impide
elaborar estrategias adecuadas. Además se detecta un número cada vez más
creciente de prostitución, y hoy Acámbaro que venía educando a sus mujeres de
forma tradicional sobre todo en la zona urbana, ha tenido que romper viejos
esquemas conservadores para permitir que se sumen a la fuerza laboral por
necesidad y no como parte de un plan de desarrollo humano. En zonas rurales,
crecen las que se dedican al campo debido a la migración y como el caso de
Jerécuaro, el consumo de alcohol aumenta sorprendentemente en ese sector.
Pese a que la política
internacional exige que en los planes de gobierno se incluya un enfoque de
género, ello no sucede, por lo que se omite la urgencia por falta de cifras y
en consecuencia se siguen cometiendo injusticias. El gobierno de Acámbaro
calla, indiferente a la situación de sus mujeres. Mientras, muchas como Lupe también
callan, no se dan el lujo de gritar su descontento, al menos no ahora, cuando
se siente tanta soledad en madrugada. Lupe mira hacia atrás, alguien la viene
siguiendo...
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