Cápsula del tiempo



Para Al Giordano

A veces usábamos cuartos de hotel, otras, las terrazas del jardín que estuvieran más a la mano. Lo hacíamos durante la mañana o la noche, sin importarnos el calor humedecido o esas sorprendentes lluvias ligeras casi siempre acompañadas del sonido tenaz de las chicharras. Andábamos detrás de una historia: queríamos conocer los entretelones del movimiento #yo soy 132 que volteó de cabeza a México en 2012 en plena efervescencia electoral, queríamos adentrarnos a profundidad en las mentes y voluntades de los protagonistas, saber de sus mutaciones, de sus éxitos, pero también de sus errores… y parece que lo logramos. Nuestro trabajo fue publicado para la Escuela de Periodismo Auténtico en la página de Internet Narco News y se llamó #131+1: Voces en Movimiento. Fue una aventura que iniciamos un grupo de periodistas de diversas partes del mundo en abril de 2013 y que hoy regresa contundente a mis recuerdos, no sólo por aquellas tan aleccionadoras conversaciones con jóvenes que saben mirar de frente, sino por el motor fundamental de su lucha que gritó a pulmón batiente: democraticen a los medios de comunicación.
No podíamos adivinar entonces lo que pasaría justo un año después de aquellas veladas en las que analizábamos las causas y las consecuencias de aquel fenómeno que despertó a México luego de un letargo insoportable de por lo menos cuarenta años. No imaginábamos que tendría que pasar un año exacto para que el tema viniera tan a cuento. Hoy, justo en este mes de abril, los legisladores en nuestro país quieren legalizar lo que hasta hoy era inaceptable: el monopolio de la información, su entrega a los poderes fácticos para que la manejen a su conveniencia y tomen el control de las telecomunicaciones, ¿a cambio de qué? preguntamos.
En la necesidad de profundizar en el tema, comunicadoras de todo el país conversamos virtualmente con la especialista en medios y ex presidenta de la AMEDI Aleida Calleja en un foro organizado por CIMAC noticias. Entendimos que la reforma si busca limitar la libertad de expresión permitiendo la vigilancia e intervención de nuestras comunicaciones que incluyen celulares e internet, eliminando de tajo nuestras opciones de radio y televisión al restablecer la alianza PRI-Televisa. Gobernación entonces regularía los contenidos y manejaría por completo a los medios. Nada más alejado de la exigencia de democratizar a los medios que gritaba el #yosoy132 hace dos años.
Estos jóvenes no vivieron ni por asomo lo que sucedía antes de 1968, pero irónicamente parece que muy pronto lo harán, y a un año de haber conversado con ellos me pregunto qué postura tendrán que asumir. Parafraseando a la especialista Calleja: vivimos un tiempo crítico y se requiere de presión social, la reforma viola nuestro derecho fundamental y humano a la libre expresión necesaria para la democracia. En estos días aciagos en los que se discuten detalles de la reforma, el panorama no es alentador pero es preciso tomar la palabra ¿o tendremos que esperar otro Tlatelolco?

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