YÁCATA, TEATREROS DE CORAZÓN

(Yácata, el padre Cande e invitados en el Expresso de las 8)
(Javier, el Inge Martín Aguirre y Tonatiuh, integrantes de Yácata, grupo de teatro de Tarandacuao)
Durante nuestra emisión radiofónica del pasado 26 de marzo, tuvimos la visita en el Expresso de las Ocho, a tres integrantes de la agrupación de teatro Yácata, agrupación que es hasta el momento la más representativa de nuestra región, sin demeritar los esfuerzos que se hacen en los municipios del sureste de Guanajuato. Celebramos junto con ellos al teatro, forma de expresión necesaria en el quehacer humano, discutimos las posibilidades del teatro, su esencia y su objetivo a partir de un texto del ya fallecido Víctor Hugo Rascón Banda, (texto que les compartimos en este mismo espacio) . Desde hace quince años, a la cabeza de Yácata se encuentra el "Inge" Martín Aguirre Huerta, especialista en teatro, sin duda también uno de los más apasionados por esta forma de arte, muy querido por nosotros en este tren que viaja a través de sus oídos todas las noches.


UN RAYO DE ESPERANZA


Mensaje del dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, en el día mundial del teatro 27 de marzo.

Todos los días deben ser días mundiales del teatro, porque en estos 20 siglos, siempre ha estado encendida la llama del teatro en algún rincón de la tierra. Al teatro, siempre se le ha decretado la muerte, sobretodo con el surgimiento del cine, la televisión y ahora los medios digitales. La tecnología invadió los escenarios y aplastó la dimensión humana, se intentó un teatro plástico, cercano a la pintura en movimiento, que desplazó la palabra. Hubo obras sin palabras, o sin luz o sin actores, sólo maniquíes y muñecos en una instalación con múltiples juegos de luces. La tecnología intentó convertir al teatro en fuego de artificio o en espectáculo de feria. Hoy asistimos a la vuelta del actor frente al espectador. Hoy presenciamos el retorno de la palabra sobre el escenario. El teatro ha renunciado a la comunicación masiva y ha reconocido sus propios límites que le impone la presencia de dos seres frente a sí que se comunican sentimientos, emociones, sueños y esperanzas. El arte escénico está dejando de contar historias para debatir ideas. El teatro conmueve, ilumina, incomoda, perturba, exalta, revela, provoca, trasgrede. Es una conversación compartida con la sociedad. El teatro es la primera de las artes que se enfrenta con la nada, las sombras y el silencio para que surjan la palabra, el movimiento, las luces y la vida. El teatro es un hecho vivo que se consume a sí mismo mientras se produce, pero siempre renace de las cenizas. Es una comunicación mágica en la que cada persona da y recibe algo que la transforma. El teatro refleja la angustia existencial del hombre y desentraña la condición humana.. A través del teatro, no hablan sus creadores, sino la sociedad de su tiempo. El teatro tiene enemigos visibles, la ausencia de educación artística en la niñez, que impide descubrirlo y gozarlo; la pobreza que invade al mundo, alejando a los espectadores de las butacas y la indiferencia y el desprecio de los gobiernos que deben promoverlo. En el teatro hablaron los dioses y los hombres, pero ahora el hombre habla a otros hombres. Por eso el teatro tiene que ser más grande y mejor que la vida misma. El teatro es un acto de fe en el valor de una palabra sensata en un mundo demente. Es un acto de fe en los seres humanos que son responsables de su destino. Hay que vivir el teatro para entender qué nos está pasando, para transmitir el dolor que está en el aire, pero también para vislumbrar un rayo de esperanza en el caos y pesadilla cotidiana. ¡Vivan los oficiantes del rito teatral! ¡Viva el teatro!


Víctor Hugo Rascón Banda

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